FANGOTERAPIA


Las propiedades curativas del barro se fundan en el poder refrescante, desinflamante, descongestivo, purificador, cicatrizante, absorbente y calmante.

En las inflamaciones superficiales agudas como picaduras, golpes, heridas o quemaduras actúa por el frío y pierde su acción descongestionante a medida que se va calentando. En las congestiones de órganos internos del cuerpo, en cambio, sucede lo contrario, es decir, mientras más se calienta el barro aplicado sobre la piel, más se extrae hacia afuera el calor interno que se combate. 


Entre las afecciones estéticas que trata la fangoterapia podemos encontrar:


  • Envejecimiento cutáneo: los ingredientes que actúan en este caso son el cobalto, que barre las células muertas y realiza u pulido profundo sin agredir la piel, el magnesio que ataca los radicales libres otorgando mayor firmeza, tonicidad y elasticidad, y otros oligoelementos como el silicio, cobre y zinc, encargados de la producción de colágeno y elastina.


  • Piel seca y deshidratada: ayuda a equilibrar el pH y el tono de la piel, arrastra las células muertas del estrato córneo, opera con un excelente efecto hidratante que contribuye a la recuperación del tono muscular.


  • Limpieza profunda de cutis: gracias a su acción remineralizadora y requilibrante del pH, es un gran depurador de la piel castigada, ya que absorbe las sustancias y células muertas eliminándolas de las capas superiores de la epidermis.


  • Flaccidez en el busto: colabora en la recuperación de la tonicidad.
  • Es eficaz para el tratamiento de manchas o melas mas, drenaje linfático y pérdida de cabello, y atenúa la apariencia de la celulitis, acné, rosácea, eczemas o psoriasis.

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